En una sesión histórica que fue seguida por miles de personas en las afueras del Congreso, la Cámara de Diputados argentina aprobó este jueves el proyecto para la legalización y despenalización del aborto.
Los diputados aprobaron por 131 votos a favor, 123 en contra y una abstención la iniciativa que permite el aborto hasta la semana 14 de gestación y que ahora deberá pasar al Senado para su tratamiento antes de convertirse en ley.
"Estamos tratando un tema de salud pública que no puede ser abordado con anteojeras ni morales ni éticas ni ideológicas, y mucho menos religiosas", dijo la diputada opositora Mayra Mendoza, una de las impulsoras del proyecto, en su exposición. "Este también es un tema de justicia social", afirmó.
La iniciativa, que dividió las opiniones tanto dentro del oficialismo como de la oposición, ahora pasará a la Cámara alta, donde varios analistas prevén que será rechazada por muchos senadores que representan a provincias con una fuerte influencia de la Iglesia Católica.
Actualmente, Argentina solo permite el aborto en casos de violación, entre otras excepciones. Los impulsores de la nueva norma consideran que con la ley las mujeres pobres estarán en condiciones de interrumpir el embarazo de forma segura, lo que evitará muchas muertes por abortos clandestinos.
La norma recibió un fuerte apoyo de artistas, científicos y académicos, y durante semanas hubo amplias manifestaciones en las calles y en las redes sociales para promover su aprobación.
Durante el miércoles y la madrugada de este jueves, los grupos a favor y en contra de la norma acamparon en el exterior del Congreso pese a las bajas temperaturas del invierno austral, a la espera de la decisión de los legisladores, que en muchos casos no habían anticipado su voto.
Tras la aprobación, miles de pañuelos verdes -símbolo local de aval a la causa- flamearon en apoyo a la legalización del aborto hasta la decimocuarta semana de gestación inclusive, una iniciativa impulsada como parte de la creciente lucha por los derechos de las mujeres en Argentina.
Los críticos, muchos de ellos católicos que expresaron su rechazo con vestimentas blancas, afirman que el proyecto es 'inmoral' porque consideran que el aborto implica acabar con una vida.
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