Durante los años 80, Drew Barrymore, la estrella infantil conocida por su papel en la aclamada película "E.T., el extraterrestre", atravesaba momentos difíciles en su entorno familiar. A pesar de ser criada por su madre, su padre, descrito como alcohólico y abusivo, había dejado una profunda marca en su vida desde temprana edad.
La actriz vivió una infancia marcada por las drogas, el alcohol, la violencia, e intento de suicidio. Fue entonces cuando tomó la decisión de ingresar a rehabilitación, un paso que cambiaría su vida para siempre.
En una entrevista con la revista New York, Drew Barrymore reveló que Steven Spielberg fue la única persona en su vida que alguna vez cumplió el rol de una figura paterna.
En el rodaje de "E.T.", Spielberg notó los problemas que la joven actriz enfrentaba y decidió hacer algo al respecto.
Para devolverle un poco de su infancia, el director infundió magia en el personaje de la película. Drew creía realmente que era un extraterrestre, lo cual le ayudó a escapar de su realidad dolorosa.
En el set de grabación, Drew expresó su molestia al ver que algunos hombres que manipulaban a E.T. la seguían de cerca. Ella le pidió a Spielberg que los alejara de su amigo especial, a lo que él respondió:
"Está bien, E.T. es muy especial, así que tiene ocho asistentes. Yo soy el director y solo tengo uno".
Dado el estrecho vínculo que se desarrolló entre Drew y Steven, la joven actriz le preguntó si podría ser su padre. Spielberg respondió con un "no", pero accedió a convertirse en su padrino.
A partir de entonces, Drew pasaba los fines de semana con Spielberg, quien la sorprendía con regalos y aventuras. Incluso le regaló un gato llamado Gertie, como el personaje que Drew interpretaba en la película. Juntos, visitaron Disneyland y Knott's Berry Farm.
Aunque Spielberg desempeñó un papel importante en su vida, reconoció que no era su padre, sino más bien un consejero. En palabras del cineasta:
“Sin embargo, me sentí muy impotente porque no era su padre. Sólo podía ser una especie de consejero para ella”
En la actualidad, a sus 48 años, Drew Barrymore se ha convertido en una mujer exitosa y ha dejado atrás todos sus problemas pasados. Siempre estará agradecida a Spielberg por establecer un vínculo significativo con ella y por preocuparse por su bienestar.
“Steven es el tipo de ser humano increíble que, creo, solo quiere saber [que] todos sus hijos están bien”, mencionó la actriz. “Así que se sintió como este maravilloso momento en el que podríamos decir, ‘Tus hijos están bien'”
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