El gobierno de Coahuila, encabezado por Miguel Riquelme Solís, destinó de 2018 a 2021 un total de dos mil 178 millones 646 mil 870 pesos a la compra de despensas como parte de los programas de “Apoyo alimentario” y “Apoyo a familias coahuilenses”; sin embargo, lejos de combatir la pobreza, los contratos favorecieron más a las empresas que la población.
De acuerdo con documentos obtenidos en Compranet, el monto gastado durante los primeros años del priísta se ejecutó bajo la justificación de beneficiar a las poblaciones más vulnerables y de escasos recursos. No obstante, las licitaciones favorecieron en mayor medida a las cuatro empresas ganadoras, quienes obtuvieron los contratos en procesos que, de acuerdo con la documentación, quedaron en la opacidad.
En tanto, mientras el gobierno de Riquelme Solís ejecutaba las compras de despensa, los índices de pobreza y necesidad alimentaria no mostraban números alentadores, pues de acuerdo con datos del último informe de Medición de la Pobreza de 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, la población en pobreza pasó de 6.6% en 2018 a 8.9% en 2020; mientras que el grupo en extrema pobreza pasó de 1.5% a 2.6 en los mismos años.
De hecho, la misma documentación de los contratos revela que durante el tiempo en que se realizaba el reparto de las despensas, los puntos con vulnerabilidad alimentaria crecieron en los 38 municipios coahuilenses: en 2018 se reportaron 3,937 puntos, mientras que para el 2019 la cifra incrementó a 4,362. Ya para el 2020, estos alcanzaron los 5,028 y en 2021 se aumentó a 5,762.
Pese a esto, el gobernador priísta continuó con la cadena de compras de despensa, la cual inició en mayo de 2018, cuando Riquelme Solís contaba solo con cinco meses de haber tomado posesión. En ese entonces, la Secretaría de Finanzas (Sefin) del estado lanzó una licitación nacional para el suministro de más de 2.5 millones de despensas para el programa “Apoyo Alimentario” de la Secretaría de Inclusión y Desarrollo Social.
De acuerdo con documentos obtenidos en Compranet, la primera empresa beneficiada a través de estas licitaciones fue Despensas y Provisiones de Alimentos, también conocida como Dypasa, quien ofreció la única propuesta técnica y económica por 504 millones 904 mil pesos para suministrar despensas a los 38 municipios del estado.
A dicho concurso se presentó la empresa Tekton I+D, señalada por diversos medios como una firma fachada, ya que el giro de este negocio es de tecnología y no de alimentos; sin embargo en al menos dos concursos se presentó como interesada, aunque no dio ninguna cotización.
Para el 2019, el concurso lanzado por Sefin tuvo como ganadora a la empresa Grupo Industrial Vida, quien ofreció cubrir los servicios de reparto de despensas por 448 millones 238 mil pesos; la otra razón social con la que compitió fue nuevamente Tekton I+D. Las siguientes licitaciones se ejecutaron bajo la figura de “otras contrataciones”, una manera que las entidades del gobierno usan para no revelar si hubo un procedimiento de competencia (licitación pública), si se llamó a tres empresas o si se adjudicó de manera directa.
De hecho, la compra de las despensas provocó que en 2018, un grupo de legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) presentaran una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) en contra del gobernador de Coahuila, a quien acusaban de entregar despensas como una estrategia para favorecer a los candidatos priístas en las elecciones municipales.
De acuerdo con el entonces diputado albiazul, Jorge López Martín, a tan solo unas horas de que Riquelme Solís tomara posesión del cargo, solicitó un crédito de cerca de mil millones de pesos, de los cuales, 600 millones ya habían sido prometidos a la compra de despensas que serían entregadas a cambio de votos por el PRI.
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