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Este martes al menos 16 personas murieron cuando fuerzas de seguridad afganas intentaron desactivar un contenedor lleno de explosivos hallado en la ciudad sureña de Kandahar.
Daud Ahmadi, vocero de la gobernación provincial, mencionó que entre los muertos se encuentran cuatro agentes de seguridad. Otras 38 personas, incluidos cinco niños, sufrieron heridas.
Decenas de tiendas y viviendas cercanas fueron destruidas o dañadas, y se estima que la cifra de muertos podría aumentar.
Los explosivos aparecieron en una calle de talleres de reparación de automóviles. No estaba claro quién los colocó ahí.
En la provincia oriental de Ghazni, una serie de ataques del Talibán el lunes por la noche dejó al menos 14 agentes de policía muertos, entre ellos un jefe distrital y el comandante de una unidad de reserva, según el concejal provincial Hassan Reza Yusoufi.
Latifa Akbari, titular del concejo provincial de Ghazni, explicó que los milicianos talibán atacaron varios retenes en los distritos de Dih Yak y Jaghatu, donde se produjeron todas las muertes.
