El coronavirus trae una nueva realidad económica en México; donde habrá negocios exitosos; empresas que tendrán el reto de reinventarse; y un número importante que se quedará en el camino por falta de recursos.
En una entrevista, el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), José Manuel López Campos, señaló que la pandemia deja graves afectaciones y pérdidas multimillonarias al sector.
¿Cómo llegan las empresas y negocios a la nueva normalidad, que arranca este 1 de junio?
– Llegan muy afectados; con empresas que no van a poder participar en la nueva realidad económica de México; porque sus ahorros y reservas ya se acabaron; han tenido que hacer despidos y no cuentan la liquidez para adaptar sus negocios.
¿Qué porcentaje de empresas ha sido afectado por la pandemia?
– En el sector terciario –integrado por el comercio, servicios y turismo- más de 80% de las empresas no son consideradas como esenciales; y por tanto llegan cerradas y con importantes afectaciones; excepto las que comercializan víveres y alimentos como los supermercados.
¿A cuánto ascienden las pérdidas para tales sectores?
– Del 17 de marzo al 25 de mayo, las pérdidas ascienden a 590 mil millones de pesos. Esto representa alrededor de ocho mil 400 millones de pesos diarios por la contingencia; ello ignifica que iniciaremos junio de 2020 con más de 600 mil millones de pesos en pérdidas.
¿Cuántas personas se quedaron sin empleo?
– En el sector formal se contabilizaron cerca de 700 mil empleos perdidos, al principio de mayo; por lo que –seguramente- al inicio de junio llegaremos a más de un millón de trabajos perdidos.
Pero a estos hay que sumar los están en la economía informal, que representan 60% de las personas ocupadas; así que el impacto debe ser, por lo menos, similar a la pérdida de empleos registrada en la formalidad. Con un total de dos millones de personas que perdieron el sustento laboral.
Ante tal panorama, ¿cuánto tardará la recuperación?
– Nos llevaremos varios meses. Se estima que para el sector terciario el periodo de recuperación será de alrededor de 19 meses. Estamos hablando de poco más de año y medio; lo que nos llevaría a terminar 2020 y gran parte de 2021 en esta situación.
¿Qué se necesita para reabrir los negocios?
– Se necesita –sobre todo en las pequeñas y medianas empresas- liquidez; es decir dinero para retomar su producción y cubrir las cuentas por pagar. Eso es lo que puede hacer que muchas de ellas estén o no estén en capacidad de reactivarse y participar en la recuperación.
También se requerirá de cambios físicos en las instalaciones; gastos en equipamiento y capacitación de personal. El problema es que en muchos casos no hay recursos para todo esto.
¿Qué tipo de apoyos necesitan?
– Así como hay un plan de activación del gobierno, debe haber un plan B de reactivación; en el que sí se pueda contar con apoyos para las Mipymes; con el fin de que puedan sufragar los gastos para la adaptación de su negocio y, con ello preservar un mayor número de empleos.
¿Los 25 mil pesos que ofrece el gobierno alcanzan?
– Tal vez para las empresas familiares, de una o dos personas; pero 25 mil pesos, si lo divides en tres meses te va a dar un poco más de ocho mil pesos, que para lo que alcanzaría sería para nivel de subsistencia; no, para las empresas con más de tres empleados.
¿Qué tipo de créditos necesitan?
– Básicamente se necesitan dos condiciones: créditos con una un periodo gracia, donde únicamente se puedan pagar los intereses y posteriormente se cubra el capital en lo que resta de 2020 y 2021, para que las empresas puedan contar con liquidez; y que las tasas fueran lo menor posible, con el fin de que los negocios puedan pagarlas.
¿Cuál es la petición para gobierno?
– Abrir unas mesas intersectoriales con las autoridades, para garantizar la reactivación de más empresas y la disposición de apoyar las medidas que se estén planteando; como los apoyos a las Mipymes que presentó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Y la otra es que, conjuntamente con los planes de inversión en obra pública del gobierno, haya inversiones estratégicas de infraestructura, con participación privada; en un entorno favorable para el capital y la generación de empleos permanentes.
Ello, con el fin de que haya una recuperación sostenible y que ésta no sea una aspirina para el cáncer que representa esta crisis económica tan grande, provocada por Covid-19.