Ángel Beltrán Acosta: lo que toda mujer boxeadora debe saber para evitar lesiones
- redacción
- 26 may
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Entrenar boxeo siendo mujer ya implica romper muchos estereotipos. Pero hacerlo con seguridad y conciencia corporal es lo que realmente marca la diferencia. Así lo explica el entrenador profesional Ángel Beltrán Acosta, quien ha trabajado con atletas femeninas de todos los niveles y sabe perfectamente qué errores evitar para que el cuerpo no pague un precio innecesario por cada golpe.
Desde su experiencia, las lesiones no hacen distinción de género, pero sí reconoce que muchas mujeres tienden a exigirse el doble, lo que puede traducirse en sobreentrenamiento o presión por demostrar fuerza antes de tiempo. “La técnica debe ir por delante de la potencia, siempre. Especialmente en quienes llegan con la idea de que hay que demostrar algo en cada round. Eso es falso. En el boxeo, quien piensa, gana. Y quien se cuida, dura más”, afirma Ángel Beltrán Acosta.

Una de sus primeras recomendaciones es clara: nunca entrenes sin un buen calentamiento. Aunque a veces se omite por las prisas, preparar músculos y articulaciones es clave para evitar desgarres, torceduras o tensión en las muñecas. Beltrán Acosta insiste en que el cuerpo debe entrar en modo boxeo desde la primera cuerda que cruzas. “Unos minutos de movilidad pueden evitar semanas de dolor”, advierte.
El equipamiento también requiere atención especial. Beltrán Acosta ha notado que muchas mujeres optan por guantes más ligeros o vendas mal ajustadas que no protegen lo suficiente. “Hay que elegir el guante adecuado, no el más bonito. Y las vendas son tu primera línea de defensa. Si están flojas o mal colocadas, el riesgo de lesión en los nudillos o muñecas aumenta considerablemente”, explica.
El sparring es otro punto que debe tratarse con seriedad. Beltrán Acosta recomienda que nunca se haga sin supervisión profesional, ni con compañeros de entrenamiento que busquen competir. “El sparring no es una prueba de poder, es un ejercicio de control. He visto a muchas boxeadoras talentosas lesionarse por confiar en quien no debía. Cuida con quién subes al ring”, señala.
Y si hay una enseñanza que Ángel Beltrán Acosta transmite con firmeza es aprender a escuchar el cuerpo. Dolor, cansancio, fatiga extrema… todo es información. “No es debilidad reconocer que necesitas parar. Es inteligencia deportiva. Tu cuerpo te está avisando antes de colapsar. Hazle caso”, enfatiza.
Además, el descanso y la recuperación activa forman parte del rendimiento. Dormir bien, hidratarse y tener una alimentación que acompañe los entrenamientos son pasos que muchas veces se descuidan. “Una atleta completa no solo entrena bien, también se cuida fuera del gimnasio. Eso incluye descanso emocional, buena alimentación y salud hormonal”, agrega Beltrán Acosta, consciente de que las exigencias hacia las mujeres deportistas suelen ser mayores.
Para él, una mujer boxeadora no tiene nada que probar, solo mucho que proteger: su salud, su disciplina y su amor por este deporte. “El boxeo es un arte de resistencia, estrategia y autocontrol. Y las mujeres que lo entrenan con cabeza se convierten en atletas completas.
Cuidarse no es frenar, es prepararse para durar más en el ring y en la vida”, concluye Ángel Beltrán Acosta, convencido de que el boxeo femenino llegó para quedarse, pero debe practicarse con inteligencia y respeto al cuerpo.
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